miércoles, 5 de agosto de 2009

Distracciones productivas

Soy hiperkinético. Desde muy pequeño.

Afortunadamente, cuando era niño no existían los remedios "mágicos" como el Ritalin o las sesiones infinitas de psicopedagogía. A lo más, los niños que éramos hiperactivos, pasábamos por ser "niños inquietos" y apelábamos a la infinita paciencia de padres, profesores, tías, abuelas, parientes y amistades. Una pelota y una bicicleta bastaban.

Y era frecuente desaparecer de casa por 5 o 6 horas seguidas durante las tardes, revolucionando otros entornos domésticos.

Hoy en día, soy igual de hiperkinético.

Es difícil que pase más de 1 hora continua en mi puesto de trabajo en la oficina.

Si bien tengo múltiples formas electrónicas para comunicarme con colegas y colaboradores, prefiero levantarme de mi silla, ir al lugar de los otros y conversar en persona. Por eso, el teletrabajo no siempre me es cómodo, porque el toque personal lo considero importante en el día a día.

Pero hay una situación particular donde la "prisión física" me obliga a buscar otras formas para eliminar los excesos de energía, especialmente cuando atenta contra mi concentración: durante las teleconferencias, audioconferencias o conference call.

El punto es que equivocadamente, uno cree que durante una audioconferencia, se puede adelantar otros trabajos en el computador personal y que no estén relacionados con el tema de la “reunión virtual”.

Después de todo, el único vínculo con los otros participantes es a través del audio común, por lo cual nadie ve lo que estás haciendo en tu espacio propio. Y por ello, surge la tentación durante estas reuniones virtuales, de "aprovechar el tiempo" para revisar un documento, armar una presentación o responder correos electrónicos.

El resultado es que ninguna de estas cosas las puedes hacer bien en forma simultánea, porque generalmente son de contextos muy distintos.

Por tanto, no sólo eres improductivo por tratar de multiplexar tu concentración: peor aún, puedes cometer errores importantes por la falta de atención. Y eso sí que puede tener consecuencias bien complicadas.

Así que por lejos la mejor opción, es concentrarse exclusivamente en lo que corresponde: la Conference Call.

Pero en este caso y con mayor razón, surge nuevamente el problema de la "prisión física".

En muchos puestos de trabajo en Microsoft y otras corporaciones con trabajos intensivos de "coordinación virtual", siempre encontrarán pequeños juegos, de diversos tipos y formas: puzzles, juegos de ingenio, piezas encajables, pentominos, armables magnéticos y múltiples otros artefactos de escritorio, los cuales ayudan a realizar labores manuales simples y mantener la concentración.

Aunque suene paradojal, son pequeñas distracciones físicas, cuyo objetivo es mejorar la productividad virtual.

Aprovecho de pasar el dato, por si están buscando alguna idea de regalo futuro para Maz. Y por cierto, el merchandising inteligente, siempre será bienvenido. ;-)

Stay Tuned!

Fuente de la imagen: Publiblanes


2 comentarios:

Unknown 11:47 p.m., agosto 05, 2009  

Marco, un abrazo de de un amigo desconcentrado por naturaleza, por experiencia propia te digo que se puede vivir y trabajar así, y creo que hasta resulta mas sano y creativo, claro que requiere de la experencia que nos dan los años para no andar en las nubes, pero prefiero estar en varias cosas a la vez, es lejos mas entretenido.

Unknown 11:54 a.m., agosto 06, 2009  

Amigo, comparto lo que dice jorge, hoy en dia, tenemso que saber multiplicarnos para poder realizar distintas tareas a la vez, asi el dia a dia se hace mucho mas entretenido, hasta un almuerzo se puede compartir con viejos camaradas
un abrazo

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