viernes, 25 de abril de 2008

Tubas, fútbol y tecnología

Hace unas semanas estaba sentado en un palco en el Teatro Municipal de Santiago, disfrutando la ceremonia oficial de celebración de los 50 años del Colegio de Ingenieros: nuestro quincuagésimo aniversario (me encanta esa palabra, y la uso siempre que puedo. :-)


Durante los preliminares y en los entretiempos de la ceremonia, pasé un grato momento conversando con Kenneth Gent, Gerente General y líder de uno de los emprendimientos más interesantes de los últimos años en Chile: Momento Cero (www.mo0.cl).

Momento Cero es un "metaemprendimiento", es decir, es una "empresa dedicada a fomentar la importancia del espíritu emprendedor entre los jóvenes". Es un bonito proyecto y que tendrá un muy alto impacto para Chile. Kenneth es además un tipo tremendamente simpático y con una fuerza interna que siempre contagia alegría y entusiasmo.

Después de emocionantes discursos, reconocimientos y recuerdos, la ceremonia formal terminó con un concierto de los bronces de la Orquesta Filarmónica de Santiago.

Una selección de temas que nos paseó por diversos estilos musicales: clásicos como Haendel, inolvidables como La Cumparsita, sensuales melodías de Gershwin e incluso hacia el término, una mini Jam Session.

Y comentamos con Kenneth sobre el particular virtuosismo de los intérpretes.



Como es esperable en un conjunto de bronces, las trompetas y las trompas (corno francés) tuvieron varios momentos protagónicos. Pero los trombones nos sorprendieron con una versatilidad poco acostumbrada. Y como de costumbre, la tuba se ocupó de mantener el ritmo y el orden de todo el equipo, encargándose de cautelar los "pilares estructurales" de las diversas piezas musicales. Sólo en un breve momento, la tuba se arriesgó con un solo de unos pocos acordes, volviendo rápidamente a su puesto de apoyo.

Comentamos con Kenneth esta incondicional lealtad de la tuba con su equipo y el importante rol que cumple. Y ese fue el momento en el que esbocé mentalmente este artículo.

Le pregunté a Kenneth si sabía qué número sería la tuba en el esquema tradicional del fútbol.

Kenneth comprendió de inmediato la pregunta y me respondió sin mucha vacilación:

La Tuba es el 6, que es una de los puestos más duros del fútbol, porque debe simultáneamente contener el ataque rival y apoyar el inicio de la salida. Cuando el 6 falla, todo el equipo se resiente porque pierde el ritmo. Es un pilar fundamental. Y es una posición que requiere una particular generosidad, porque un buen 6 nunca brillará.


A lo cual le retruqué de inmediato:

Mmmhh. Interesante. En nuestros equipos, tú y yo somos trompetas. Y en términos futbolísticos, ambos somos 9's, los centrodelanteros. Es verdad que corremos y nos sacrificamos por nuestro equipo, pero nos gusta meter goles y brillar en el ataque. Somos de avanzada, responsables de manejar el datashow y el micrófono de nuestros emprendimientos.


Kenneth asintió en silencio sin responder, pero esbozó una sonrisa cómplice de aprobación.

Con los años y la experiencia de haber participado en múltiples equipos, puedo decir que tubas, trompetas, cornos o trombones, son todos importantes. Y en el fútbol, un buen 9 no podrá nunca meter un gol sin la confianza en un 6 que le dará soporte en la defensa y un 7 que lo alimentará de oportunidades.

En los emprendimientos y en los equipos de trabajo, ese fino equilibrio requiere generosidad, comprensión y responsabilidad de todos los participantes, en su rol particular. Los éxitos y los fracasos no son exclusivos de algunos. Es el equipo el que triunfa o fracasa en su misión.

En mi caso personal, a medida que con el tiempo voy perdiendo algunas competencias específicas, obtengo a cambio una visión más general, basada en la experiencia y en conocer los elementos del lenguaje de diversas disciplinas. Y siento no sólo una responsabilidad ética, sino que una necesidad profesional en respetar, valorar y motivar a los diversos miembros del equipo, en su rol específico.

Especialmente en los emprendimientos basados en tecnología, los roles de arquitecto, diseñador, ingeniero, desarrollador de software, vendedor, soporte de usuarios, capacitación, cobranza, administración o estafeta, son todos fundamentales e igual de importantes. En la medida que cada rol cumple su objetivo particular y en el momento adecuado, se asegura el éxito del equipo en su conjunto.

Uno de los primeros artículos en mi blog se refería a la importancia de separar los roles en el equipo inicial de un emprendimiento. Pero con el tiempo, en la medida que dicho emprendimiento se consolida, cada vez se hace más necesario cautelar el espíritu de cuerpo y asegurar el ritmo del equipo que crece.

Stay tuned!


Fuentes de las imágenes:

Website del Teatro Municipal de Santiago
Foto Kenneth: Momento Cero
Instrumentos: The Visual Dictionary


5 comentarios:

José Ignacio Santa Cruz 10:06 a.m., abril 26, 2008  

Marco, mencionaste cosas demasiado importantes:
1.- Trabajo en equipo, pero trabajo en equipo de verdad donde todos se mojan y todos se ensucian las manos,
y 2.- Líderes de verdad (también) carismáticos y claros en los objetivos.

Un amigo constructor civil me comentaba una situación que le ocurrió donde se le acercaron muchos obreros pidiéndole trabajar con él en la próxima construcción. Un tipo de general cercano a su ejercito, que sabe poner su autoridad sin tener que ser un tirano, y así la máquina funciona.

Por lo demás no se nada de fútbol, pero parece que entendí al menos parte de la idea.

rubeck 7:44 p.m., abril 29, 2008  

Zapo, tu artículo me llega de cerca por varios motivos. Primero por el hecho de estar embarcado en esto del emprendimiento, donde uno no deja de aprender, de tropezar y de levantarse. Además, en el futbol, juego de centrodelantero en mi equipo, soy el 9, el que hace los goles, pero a pesar de no hacerlo tan mal, no es mi vocación, quizás es por la sobreexposición: "tener el micrófono", que no encaja con mi low profile. Mi vocación es ser el 6, más escondido pero que participa en todas las jugadas.
Buena la analogía con el futbol, pero dónde encaja el DT? es el consultor externo de la empresa? el socio con experiencia? el jefe de proyecto?

Saludos
RuBeck

Maz 9:37 a.m., abril 30, 2008  

@Santa: Lo que comentas es una gran verdad. Además de toda la teoría, libros y artículos que uno pueda leer, mi opinión es que el verdadero liderazgo se plasma en el servicio que día a día, el líder realiza hacia su equipo. Y eso se logra en terreno, no desde el lejano tablero de comando. Y los miembros del equipo responden a ese compromiso con un activo fundamental: lealtad.

@Rubeck: Gracias amigo. Una grata sorpresa tenerte por acá. Y lo que me planteas es una duda interesante. ¿Qué rol cumple el Director Técnico (DT)? Sin forzar en exceso las analogías, y al igual que el director de un conjunto musical (que muchas veces no ejecuta un instrumento particular), el rol del DT es principalmente diseñar una visión, perfilar la estrategia y supervisar el cumplimiento del conjunto, motivando a los miembros. Cada miembro del equipo en forma autónoma y desde su rol propio, tomará las decisiones tácticas que le correspondan, pero sobre una gran base melódica definida por la estrategia y supervisada por el Director. Creo que su principal responsabilidad es lograr que esos principios fundamentales sean internalizados por todos los miembros del equipo, pero evitando caer en la "supervisión del detalle" o el "control" de cada actividad. Esa dualidad no es simple, y en lo personal, me ha tocado varias veces enfrentar una decisión que no es simple: ser DT o ser miembro del equipo. En el día a día, es muy difícil compatibilizar la responsabilidad de diseñar y motivar una estrategia con asumir un rol táctico específico.

Muy interesante tu comentario.

Anónimo,  1:12 p.m., mayo 30, 2008  

Maz, leyendo el otro tópico de "papá en red pide ayuda", me detuve a leer este otro, pues no entendía que tiene que ver una tuba con el fútbol y a su vez estos con la tecnología y quedé muy gratamente sorprendido con tu artículo, realmente muy bueno.

Al leerlo, además de sumarme a que es muy aplicable a nuestra realidad (yo también soy el 9 en "mi" empresa y subrayo "mi" pues soy uno de los socios), me hizo detenerme a pensar quien era mi "6", pues su rol es realmente relevante, esto tiene mucho que ver con el tema de la retención de los talentos y que da para hablar por horas.

Creo que todos debieramos hacer el ejercicio de quien es nuestro "6", para cuidarlo, motivarlo, reconocerlo, etc.

Saludos.
Claudio Carrasco A.

Maz 1:29 p.m., mayo 31, 2008  

@Claudio: Qué gusto tenerte por aquí, estimado amigo. Así es. Qué importante es esa pequeña palabra de afecto del día a día que debemos a nuestros "6" que nos acompañan en múltiples espacios. Gracias por tu comentario.

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