Comentarios preliminares sobre la Estrategia Digital
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Hace unos días, Alejandro Barros, en su rol de Secretario Ejecutivo del Comité de Ministros para el Desarrollo Digital, invitó a la Comunidad a comentar el primer borrador de la Estrategia Digital 2007-2012 para Chile.
Indudablemente, dicho gesto marca un cambio en la forma y en el fondo del cómo definir las políticas públicas en Chile. En un artículo que escribí hace unos días en SushiKnights, identifiqué una serie de signos que indican que hay una tendencia irrevocable, en términos del cómo serán definidos ciertos procesos de decisión futura, por la vía de las herramientas de participación comunitaria.
Desde dónde surgen estos comentarios
Estos comentarios surgen del trabajo y análisis que desarrollamos con Cristian Ocaña, Presidente del Consejo de Especialidad de Computación e Informática del Colegio de Ingenieros, especialidad de la cual soy Consejero. Y corresponde a un draft de ideas, que impulsaremos desde los espacios institucionales en los cuales participamos, para que sean incorporadas en el proceso de discusión.
Por lo pronto, representa opiniones de fondo de Cristian y quien suscribe, pero la redacción final y de los juicios críticos, soy 100% responsable :-)
Sí creo relevante hacer una declaración, indicando la óptica desde la cual hago estos comentarios.
Indudablemente es una visión sesgada, ya que no cubre en profundidad y extensión las múltiples dimensiones del documento. Por una deformación profesional, mis comentarios los realizo desde mi visión particular como Ingeniero (es decir, como un profesional que desempeña su labor íntimamente ligado a estos temas) y como Empresario Tecnológico (es decir, como un agente productivo que tiene un interés económico en algunas de estas definiciones y una mirada global de desarrollo país). Esto se complementa con mi visión como Ciudadano, en términos de la opinión que tengo respecto a ciertas políticas de desarrollo y oportunidades para los ciudadanos de mi país.
Hago esta declaración, porque a algunos llamará la atención que no toque por ejemplo en este artículo, aspectos relacionados con la Educación o a los procesos de Participación Social en un modelo de Sociedad Digital, siendo temas en los cuales tengo una opinión, pero no me considero un experto que pueda emitir públicamente opiniones fundamentadas al respecto.
Por ello, agradeceré ponderar en los comentarios siguientes estas consideraciones, motivo por el cual quienes tengan observaciones sobre la Estrategia Digital desde otras miradas, podrán considerar que algunas de mis opiniones son rebatibles o contradictorias con sus posiciones propias.
Los procesos de consenso son complejos, especialmente en temas que tienen múltiples miradas en relación con visiones de sociedad y futuro.
Paso ahora a detallar los comentarios y proposiciones.
Sobre la forma del proceso
Hay quienes propugnamos que estos procesos deben ser de mucho más largo plazo, con una participación más profunda y de muchos otros actores.
La preparación de un documento emitido desde la Secretaría Ejecutiva, solicitando la opinión de la Comunidad para que proponga indicaciones que serán evaluadas para su posible incorporación al documento, es un avance importante pero no suficiente.
En el futuro, creo que se requieren modificaciones fundamentales tanto de forma como de fondo, no sólo en el proceso de elaboración, sino que también de mantención, actualización y control, por parte de todos los actores de la Comunidad Nacional. Deberemos tener siempre presente que son estrategias nacionales que involucran a muchos actores. Y en consecuencia, los diversos actores deben comprometer tanto su participación en la elaboración como el cumplimiento de los compromisos, en lo que les toque.
También es necesario considerar el contexto en el cual esta proposición surge. Y emitiré algunos juicios duros, aprovechándome quizás de ciertos privilegios al conocer algunos detalles internos y participar en forma tangencial en algunos de estos procesos de discusión.
Un Gobierno que durante su primer período simplemente no había contemplado el tema del desarrollo tecnológico y la sociedad digital como tema relevante, en 6 meses se encuentra desarrollando una serie de iniciativas que significan cambios institucionales, proposiciones a la sociedad en su conjunto y diseño y elaboración de estrategias. Bien por ese cambio.
La labor que el equipo de Alejandro se encuentra desarrollando es compleja, incluyendo no sólo la relación con entes externos al Gobierno, sino que también, significa complejos procesos de convencimiento y alineamiento de las diversas instituciones y personas, que al interior del Gobierno poseen responsabilidades, cuotas de poder importantes y diferencias de visión. Este equipo debe lidiar entre otras barreras, con múltiples funcionarios y altos ejecutivos del aparato público, quienes aún consideran que estas discusiones no son de alto impacto para los procesos de desarrollo futuro de nuestro país. Y por ello, la participación de múltiples actores es fundamental, ya que de esta forma los resultados de estos procesos no sólo serán una visión consensuada (y en algunos casos negociada) al interior del aparato público, con todas las complejidades y sesgos que dichos procesos de discusión al interior de los Gobiernos en forma inherente poseen.
Y por último, un antecedente no menor: estas definiciones preliminares son urgentes, por un sentido práctico, considerando que el 2008 y por una característica propia de nuestro país, la contingente discusión electoral, llevará a un segundo plano las conversaciones importantes, como a la que nos ha convocado Alejandro.
En consecuencia, considero que este primer avance es interesante y un aporte preliminar, pero en el futuro, el proceso deberá contemplar modificaciones profundas a la génesis y modelo de participación en la construcción de estas iniciativas. Y en cuanto a los plazos, si bien muchos nos sentimos incómodos con los plazos relativamente cortos para estas discusiones fundamentales, también consideramos que es un avance que debe darse en algún momento y que como cualquier obra humana, es perfectible en el tiempo.
Comentarios sobre el fondo
No pretendo en este documento desarrollar in extenso los puntos planteados, más allá de enunciar las ideas de consenso con Cristian y realizar una pequeña proposición. Simplemente, son observaciones que invitan a profundizar en algunos aspectos del documento.
Sin perjuicio de lo anterior, sí quiero establecer que creemos con Cristian que cada uno de los puntos en este documento, tienen mérito propio en sí para ser considerados en forma independiente, ya que creemos que son definiciones importantes y que deben ser consideradas en el producto final.
La falta de una Visión
El documento establece un "estadio de desarrollo deseado" pero no define una visión que de cuenta de ese estadio (pág. 13, Párrafo 1, el Objetivo de la Estrategia).
No se establece en ninguna parte "a dónde queremos llegar como país", siendo indicados algunos objetivos, difícilmente medibles y que indudablemente son buenas intenciones, pero no se define una "Visión País" para el 2012.
Desde un punto de vista formal, el desarrollo de una estrategia parte por la definición de una visión, y por ello, recomendamos como primera acción consensuar y definir "Cuál es el Chile que queremos el 2012", a través del Soporte de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en un modelo de Sociedad o Economía Digital.
Sobre la base de una visión clara del país que queremos al 2012, tiene sentido hacer las siguientes preguntas:
Esas son preguntas de visión que creo nos debemos hacer, y más aún, debemos convencernos de que es posible. Incluso estos días se abren discusiones en torno a temas de acceso y conexión. ¿Sobre qué visión? ¿Para qué? Por deformación, la visión que planteo contempla métricas específicas. No necesariamente debería ser así. Pero indudablemente una apuesta de futuro que efectivamente quiera ser implementada, debería incorporar dichas métricas.
Desde un punto de vista TI formal, queremos conocer el "Caso de Uso País Chile - 2012".
El alcance del documento actual
El documento está exclusivamente centrado en el Aparato Público y sus acciones y condiciones. Es una estrategia de Gobierno, no es un proyecto de Estrategia Digital País, ya que define acciones y condiciones exclusivamente para el Sector Público, pero no define aportes y responsabilidad del Sector Privado, el Sector Productivo, la Industria Tecnológica, el mundo de la Educación y de los Ciudadanos.
Una estrategia país debe contemplar a todos los actores. Indudablemente, en el caso chileno, el Estado es el motor del modelo de desarrollo tecnológico y de industria, pero dicho esfuerzo no es suficiente. Y creemos conveniente que contemple opiniones y compromisos de otros sectores de la Sociedad, no sólo declaraciones de buenas intenciones.
El documento, a partir de su lectura, define objetivos y líneas de acción exclusivamente para el Sector Público, y que están centradas más en lo que el Gobierno puede hacer que en la visión de un "Proyecto País".
Por ello, creemos que el documento no se hace cargo de la experiencia internacional de estrategias de desarrollo digital exitosas, que surgen del consenso de todos los sectores de un país, en un modelo de ecosistema, donde todos los actores colaboran entre sí y con roles claramente definidos.
Eso provoca que la propuesta que surge del actual documento, estando basada exclusivamente en las acciones gubernamentales, sea altamente riesgosa, ya que no define las condiciones, los supuestos y las responsabilidades que los otros actores deben cumplir para lograr el éxito de los objetivos nacionales.
En resumen, falta que muchos otros opinen y "se pongan" con el documento: Qué piden, qué ofrecen.
Sobre la Convergencia
El Documento debería incorporar una mirada de Convergencia, entendiendo que los temas TIC consideran múltiples sectores complementarios y procesos de encadenamiento productivo mayores, incluyendo la Infraestructura de Telecomunicaciones, la Industria del Contenido, la Industria Tecnológica y la Industria de Servicios, en forma no exclusiva.
Si incorporara esa nueva mirada, la Estrategia contemplaría un conjunto de acciones colaborativas y ordenadas detrás de un objetivo, en reemplazo de estrategias y objetivos parciales y de un segmento en particular.
Por ejemplo, no se contempla en la estrategia, a diferencia de otros modelos de estrategia nacional como la de Nueva Zelandia, la industria de producción audiovisual. Para el caso de la Educación soportada por tecnología, son un aporte fundamental para el desarrollo de contenidos locales, o para el caso de fomento de la Industria Tecnológica, complementan los procesos de producción de soluciones para industrias de e-learning, control a distancia o marketing multimedial.
Por ello, creemos que para cada "proceso", deberían identificarse los diversos roles y responsabilidades, en esa mirada de encadenamiento, bajo una óptica de "Convergencia".
Innovación, Investigación y Desarrollo
Siendo discusiones amplias, indudablemente polémicas y no zanjadas, creemos que el documento debe definir una posición clara respecto de la forma y la profundidad en que estos conceptos impactan los diversos espacios de la Economía Digital.
Por ejemplo, no se menciona ni compromete una visión política y económica respecto al compromiso concreto que se realizará en la generación de incentivos específicos para la Innovación y la Investigación+Desarrollo en los temas TIC, como ejes específicos de desarrollo.
En el ámbito de la Innovación y la Investigación y Desarrollo, creemos fundamental profundizar estrategias de acción que contemplen alternativas de operación complementarias en tres frentes, basadas en:
La estrategia chilena hasta el momento se ha centrado principalmente en este último modelo, buscando en los proyectos a financiar o fortalecer, componentes científicas que generen factores diferenciadores insertos en una oferta tecnológica. Creemos que esa visión es sesgada, no completa y no responde a dinámicas propias de la industria. Además de que su impacto real hasta el momento y siendo francos ... ha sido bastante bajo.
La propuesta que profundizaré en los próximos días, como miembro de las mesas de trabajo para la Estrategia Digital y siendo consenso ya en varios espacios colaborativos en los cuales participo, al menos en cuanto a la declaración, pretende profundizar los acentos específicos para cada ámbito, generando incluso modelos de competencia y colaboración entre sí, pero desde estas tres miradas en forma complementaria.
Por ejemplo, la innovación no tiene por qué estar exclusivamente basada en conocimiento científico desarrollado en Chile o basarse en nuevos resultados producto de la investigación. Y de igual forma, la Investigación+Desarrollo no debe orientarse exclusivamente a aquellos sectores en los cuales existan capacidades locales de innovación industrial o competencia internacional.
Todos los modelos pueden ser complementarios.
¿Y por qué esta separación? Muy simple.
Porque al separar los focos, deberán implementarse institucionalidades y proyectos diferentes, con objetivos diferentes, con actores diferentes, con instrumentos diferentes, con métricas de evaluación e impacto diferentes.
Ya es consenso a nivel nacional que los modelos de fomento al desarrollo de industria y procesos de fortalecimiento no han sido efectivos. No es accidental que en este momento, una porción mínima de los fondos para innovación disponibles (producto de los nuevos gravámenes al sector minero), estén siendo "poco ejecutados". Podremos decir que es consecuencia de una oferta pobre, por una demanda incompleta, con un proceso inadecuado. Da lo mismo. El impacto es ... mínimo.
Algo hay que hacer, con urgencia. Y eso pasa por un cambio de mirada.
Es tiempo de realmente "innovar en el proceso de innovación", y es en este documento de la Estrategia Digital, que define las políticas y los consensos públicos y privados, donde se debe reflejar. No basta con las definiciones específicas de un sector del aparato público. Deben ser consensos nacionales.
Esta introducción al tema la complementaré con una visión de "industria tecnológica", que indudablemente es uno de los principales actores de este proceso.
Chile como competidor internacional en ámbitos específicos de tecnología
Nos parece que el documento debe realizar algunas declaraciones reales y concretas, que reflejen un convencimiento de la capacidad de competencia mundial de Chile en el ámbito tecnológico.
Nuestra experiencia local indica que la Industria Tecnológica Local puede generar capacidades competitivas a escala internacional, más allá de exclusivamente fomentar una oferta de externalización de procesos de negocios (BPO) o servicios offshoring.
No estamos diciendo que las actuales estrategias estén equivocadas. Nuestra opinión es que no son suficientes y que las "pocas fichas" que tenemos, las apostemos bien.
Y un ejemplo muy práctico. El que Chile sea uno de los centros de desarrollo e investigación de Yahoo a nivel mundial, nos muestra que somos capaces de "crear conocimiento de alto valor empaquetado" en el ámbito TI, con una capacidad de competencia mundial en las primeras líneas de trabajo científico y tecnológico. Agradezco que ese grupo de ingenieros y científicos liderados por Ricardo Baeza, no hayan terminando desarrollando módulos administrativo-contables para empresas Top500 en sus ERP internos, aún cuando probablemente y en muchos casos, sus ingresos institucionales y personales serían mucho mayores si se dedicaran a eso.
Y esos son los ejemplos a buscar, profundizar, estimular. Pero pasa primero por un convencimiento real: de que "Chile SI puede".
Eso es indudablemente un compromiso con el futuro de nuestro país, siendo una apuesta riesgosa y que muchos están (estamos) dispuestos a asumir.
Más aún, las estrategias de desarrollo focalizadas en offshoring, basadas principalmente en "maquila" de servicios profesionales para crear una oferta internacional (indudablemente con recursos humanos de alta preparación y competencia), en la práctica no difiere en cuanto a la "forma del modelo de negocios", respecto de otras industrias cuyos modelos de crecimiento son lineales, sobre la base de la explotación de recursos naturales.
Los servicios de BPO u offshoring indexan modelos de ingreso lineal, basados en la capacidad de prestación de servicios en la medida de las capacidades y recursos humanos disponibles (más allá del posicionamiento propio que como país requerimos como actores en esta industria). A la larga, la única diferenciación o ventaja competitiva de largo plazo, con una industria mundial altamente flexible y que tiende a ser un commodity mundial (altamente especializado, pero un commodity al fin del día) será el precio. E incluso en ese ámbito, los estudios internacionales nos mencionan que tenemos una debilidad potencial en el largo plazo, en la medida que los ingresos per cápita nacionales sigan creciendo.
Pero una mirada estratégica global también debe incluir otros factores. Es consenso al interior de la industria de software chilena, que en el largo plazo, esa estrategia nos "empobrecerá intelectualmente", ya que por un simple tema económico, la industria local no podrá competir con la oferta laboral de servicios internacionales, hipotecando en el largo plazo el desarrollo de una industria tecnológica fuerte, cuya viabilidad se basa en un recurso escaso: las personas innovadoras, emprendedoras y altamente capacitadas.
Proponemos que en forma complementaria a la estrategia actualmente en curso, se diseñen estrategias e instrumentos que fomenten la creación de productos de conocimiento empaquetado, y que permitan insertar dichos conocimientos en cadenas de valor mundiales, con modelos de ingreso exponencial.
Y también, proponemos dejar de una vez por todas de ser "política y económicamente correctos", en un contexto internacional de competencia directa entre países en la industria del conocimiento.
Se requieren modelos de subsidio directo, como lo tienen otros países (incluso latinoamericanos y que hoy día nos dan "cancha, tiro y lado" en temas tecnológicos y de software, como por ejemplo Uruguay, Argentina y Costa Rica), y que subsidian directa y abiertamente la contratación de personal calificado en empresas locales que crean tecnología, que financian en 100% el desarrollo de nuevas empresas aunque sean "riesgosas y con experiencias de negocios no probadas", que crean espacios reales de incubación de ideas y empresas, a precios claramente subsidiados y que atraen incluso empresas extranjeras (por ejemplo, el parque tecnológico de Panamá con un valor mensual full equipado de US$ 17 por metro cuadrado es simplemente ... una ganga).
Y son países en los cuales sus Gobiernos están dispuestos a actuar realmente como "capital semilla" y "fondo de capital de riesgo" en su totalidad, no como una tímida declaración de "contraparte del 1+1 o el 1+2, en el mejor caso".
Es una realidad. Capital de riesgo privado en Chile no existe para el tema tecnológico. No tenemos la cultura, el tamaño, la experiencia. Y los que queremos crear "industria tecnológica", lo reconocemos hidalgamente ... no tenemos idea de cómo presentar un Business Plan a escala internacional para conseguir financiamientos internacionales ... y es verdad, nos interesa, pero tenemos que además estar vendiendo las entradas, acomodando los espectadores y haciendo malabarismo. No podemos.
OK. Lo dije. ¿So what? ¿Dejamos de tener capacidades reales de competencia mundial porque no sabemos, no queremos o no nos interesa llenar "los formularios y las planillas"? No. Muy por el contrario.
Por lo tanto, basta. No queremos que nos sigan tratando de enseñar a los tecnólogos como diablos hacer un Business Plan de calidad. Son otras nuestras competencias. Propongo armar un ejército de planilleros a los cuales podamos transmitirles una visión, una idea de negocios, un mercado y nosotros nos dedicamos a hacer productos, a atender a nuestros clientes, a "crear valor". Nosotros sabemos de tecnología, y mucho. Pero no nos sigan tratando de enseñar a llenar instrumentos en los cuales perdemos valioso tiempo y recursos de competencia internacional. Más aún. No financien más "evaluadores" para evaluar nuestras "deficientes planillas". Sigan pagando lo mismo para que "ellos" nos hagan las planillas. Y tengan por cierto que como país seremos más eficientes. Nosotros no gastaremos más plata en "contratar asesores de planillas" y el Gobierno "no gastará más plata en corregir y enseñarnos por qué las planillas están malas". Se acortan los plazos, el país gasta la mitad de los recursos, hacemos la pega de una sola vez y la hacemos bien. Y si finalmente, la planilla da en rojo ... "Game Over". Nos cambiamos de juego.
Por lo tanto, si creen que tenemos las competencias para crear una industria tecnológica nacional fuerte, la única opción pasa por el fomento real con una visión país para "crear" una nueva industria, no sólo "estimularla" y seguirla pasando por "la moledora de carne" de las evaluaciones. Varios empresarios tecnológicos me comentan que al postular a los fondos públicos, vuelven a a tener la misma sensación de estómago de nuestros exámenes de fin de semestre de Microeconomía en la Universidad.
En un contexto de competencia internacional, la innovación y la capacidad de competencia de nuestra incipiente industria tecnológica nacional es muy difícil de realizar, cuando los empresarios locales (y ejemplos sobran) deben competir en escala internacional con ofertas subsidiadas, respaldadas o incluso 100% garantizadas por sus gobiernos.
En cambio en Chile, con el modelo del "1+1", los recursos son escasos y además pasan por convencer a un aparato público que no está convencido de que "es posible".
Hoy día, con los modelos de subsidio directo a la industria del conocimiento que implementan muchos países (siendo una inversión mínima para los presupuestos nacionales), se desarrolla, se crea industria. Contra ellos competimos en escala internacional. Después del "impulso inicial", créannos que posteriormente los empresarios tecnológicos "haremos la pega". Y con creces.
Un ejemplo hipotético de análisis de escenarios, que al leer este documento muchos reconocerán como parte del día a día. Y teniendo como sustrato el mismo capital humano y conocimiento del equipo de Ricardo Baeza, chilenos con capacidades intelectuales, académicas y tecnológicas en un nivel similar.
Supongamos que Larry Page y Sergei Brin (los fundadores de Google) hubieran decidido desarrollar su emprendimiento en Chile: "Un nuevo buscador en Internet para el planeta". OK. Let's rock and roll.
Sobre la actual base del actual modelo de instrumentos, subsidios y "respaldo al desarrollo de la industria" (tema que muchos vemos con preocupación no sólo se "modifica" con las nuevas propuestas, sino que más aún, se "institucionaliza con mayor fuerza"), los escenarios que probablemente Page y Brin habrían enfrentado en Chile son:
¿Es ese un modelo real que permita la capacidad de innovación tecnológica y creación de industria en Chile? Claramente, no.
Por ello, hay conceptos de innovación y sus procesos asociados que en Chile no están consensuados, y aunque no guste lo que digo, los conceptos de Innovación, Investigación y Desarrollo que se manejan en la industria, no coinciden con las actuales definiciones públicas ni con los "tiempos" en los cuales se implementan.
Y por eso una pregunta "quemante". ¿Qué preferimos? ¿Destinar 20 Ingenieros de Software de primer nivel, que los tenemos en Chile, para prestar servicios de soporte especializado de plataformas Unix, donde el Revenue Per Employee anual que se puede obtener, en el mejor de los casos, es de US$ 140.000 por empleado, en un modelo de servicios offshoring, o bien destinar esos 20 Ingenieros a la creación de una empresa Top1000 mundial de software o tecnología, independiente de que sea innovadora desde un punto de vista científico o no, lo cual DA LO MISMO, pero donde el Revenue Per Employee promedio sea de US$ 300.000 por empleado y que dichos ingresos permanezcan en Chile, y no sean exclusivamente ingresos que pueda recuperar el país por la vía tributaria, además con condiciones preferenciales para la atracción de empresas extranjeras?
Insisto. No digo que las actuales sean estrategias equivocadas. Digo que son "insuficientes".
Desde un punto de vista estratégico y económico, creo que hay muchas visiones país que consensuar. Quienes estamos en la industria ... seguiremos porfiando.
Política Tecnológica
Por último, proponemos modificar el modelo de Areas de Trabajo, por un modelo de "Arquitectura de País IP".
Esta idea surge de un trabajo que hicimos con Pepe Flores en 1998 para el sector privado, diseñando un modelo de organización en el cual se identifican capas de servicio y áreas de trabajo, en un modelo colaborativo. El modelo no lo presentaré en este documento por extensión y será motivo de otro artículo que presentaré en los próximos días.
Pero como resumen ejecutivo, la idea es plantear un modelo (basado en capas de servicio y conceptos de protocolo), que permitan diseñar proyectos específicos pero relacionados con las diversas iniciativas, en un esquema matricial.
En dicho modelo, la idea es que se defina en cada capa:
Quienes tengan conceptos de arquitectura tecnológica, comprenderán rápidamente el modelo.
Es una propuesta arriesgada y ambiciosa, pero es simplemente una "proposición innovadora", que pretende definir como complemento a una "Estrategia Digital", una "Arquitectura Digital " de implementación.
Esta es una primera aproximación de análisis al documento planteado y que esperamos sean proposiciones que se incluyan en su forma final.
Es tiempo de seguir trabajando, diseñando, modelando, consensuando.
Pero seguimos convencidos ... vienen tiempos interesantes.
Saludos.
Cristian Ocaña - Marco Antonio Zúñiga
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