Un hondazo al pajarito virtual que nos distrae
Cumplo 5 semanas en Twitter y me veo obligado a tomar una decisión.
Y esa decisión debe ser ahora, porque estoy empezando a sentir ese gustillo adictivo al microblogging de Twitter, empezando la cuarta etapa de la aceptación del usuario.
El día sigue teniendo sólo 24 horas.
Y entre otras restricciones, todavía mantengo esa mala costumbre de dormir.
Dedicarle porciones de tiempo al continuo voyeurismo digital (aunque sea en pequeñas dosis), a seguir conversaciones y actualizar status en forma permanente, ha provocado que algunas dimensiones de mi rutina personal se vean bastante afectadas.
Indudablemente, he tenido beneficios. Además de sentir de primera mano el pulso de la blogósfera local, he logrado ampliar bastante mi red, conociendo muchas e interesantes personas.
Y aparecen datos útiles sobre artïculos o recomendaciones, que terceros publican desde sus propios intereses y actividades, lo que provoca que uno termine derivando por los más diversos y recónditos rincones de la red, aprendiendo de diversos temas.
Pero ya había identificado una situación que me había llamado bastante la atención, al observar que algun@s usuari@s con una participación muy activa en Twitter, han tenido una notoria disminución en la frecuencia de posteos en sus blogs personales o en otras instancias colaborativas.
Ahora entiendo una de las posibles causas. Y la respuesta viene desde la ciencia.
Efectos
En mi caso, aumentan los temas importantes que debo atender por trabajo, la cantidad de artículos que se acumulan en mi feed reader, los libros físicos iniciados sin mayor avance y también mi blog (este blog) se ha visto afectado.
Detecto también que mantener en mi background mental algunos procesos que surgen desde Twitter, ha afectado mi concentración (con el agravante adicional de que por naturaleza soy disperso).
Y lo que más me preocupa, es que he notado que mi capacidad de innovación y producción ha disminuido, lo cual es complejo porque con eso ... me gano la vida.
Un fenómeno estudiado
Lo que yo he notado en la práctica, ha sido estudiado en profundidad. Y eso es bueno, porque ahora puedo tomar una decisión informada y conciente.
Esta situación Maggie Jackson la describe en forma muy precisa en su libro Distracted, incluyendo modelos de causa-efecto y los procesos fisiológicos y neurológicos asociados.
En este artículo/entrevista de la revista Wired a Maggie Jackson (febrero 2009), titulado "La sobrecarga digital está friendo nuestros cerebros", se explican los aspectos generales del problema.
En la entrevista (que les recomiendo leer completa), una respuesta simple resume el proceso general:Maggie Jackson: This degree of interruption is correlated with stress and frustration and lowered creativity. That makes sense. When you're scattered and diffuse, you're less creative. When your times of reflection are always punctured, it's hard to go deeply into problem-solving, into relating, into thinking.
These are the problems of attention in our new world. Gadgets and technologies give us extraordinary opportunities, the potential to connect and to learn. At the same time, we've created a culture, and are making choices, that undermine our powers of attention.
Después de un serio proceso de evaluación, he colocado en la balanza los costos y los beneficios. E indudablemente, tampoco puedo negar la evidencia y estudios asociados.
En consecuencia, en los próximos días, en forma absolutamente conciente y racional, le daré un piedrazo virtual a este simpático pajarito digital que me (nos) distrae.
Stay tuned!
8 comentarios:
Conozco esa sensación, pasé por ella y me parece que la superé. Creo que -al menos hasta ahora- la plataforma aún me aporta más que el tiempo que me quita, ergo salgo ganando. Además notarás que no sigo a todo el mundo, en vez de ello uso agentes que buscan keywords que me interesan y notifican, así me entero selectivamente con ayuda robótica y no me tengo que pasar una mañana entera viendo lo que han dicho mil contactos.
Es especialmente bueno hallar a los contactos que emiten más ruido y aplicarles el tratamiento unfollow, verás lo rápido que Twitter puede volver a ser una experiencia agradable. Una de mis reglas de oro, pensarlo muy bien antes de seguir a perfiles que tienen más followings que followers, o sea que siguen a mucha gente pero son seguidos por poco. La multitud es sabia, si poca gente sigue a alguien, por algo será.
bueno la cosa es bien simple sigues a usuarios que satisfacen tus necesidades de informacion o sigues a gente que te simpatiza yo opto por la segunda y no me quita tanto tiempo me entero de lo que me es util y la verdad es q al bot de arriba no se porque lo sigo ajjaja aun no me tira ningun link de necesidad pero asi es la cosa, de igual modo Ignace tiene razon los con mas followers valen la pena XD saludos
@Ignace: Estamos muy polites con este tema, un día en tu casa y otro en la mía :-)
Como había comentado en tu blog, creo que no lo voy a dejar totalmente, pero cambiaré mi modo de participación.
De partida, cambiaré mis hábitos de microposteo. E incluiré en mi reader algunos feeds que respondan a queries que me interesen, aunque sea en modo asincrónico.
Por último, deberé asumir el costo social de aplicar algunos "unfollows", pero en fin ... es el costo de haber aceptado meterme al baile.
@Gentzane: Hola! Lo que dices es muy cierto ... ¿Twitter por razones sociales o como fuente de información?
Personalmente, prefiero la segunda, porque creo que hay otras instancias en las cuales se pueden conocer y relacionar más las personas, especialmente de modo "físico" (por ejemplo, en los encuentros blogger, del tipo que sean).
Por ejemplo, a pesar de tener vínculos indirectos por varios lados, contigo nos conocimos finalmente en el evento de Paulo y no por Twitter. Y ese es el modo ideal de conocer personas.
Gracias a ambos por sus comentarios!
Yo hace rato que no hago follows, creo que uno debe filtrar el flujo de información.
Esa es la clave, creo yo, FILTRAR.
Y la otra clave, que me está funcionando mucho, es dejar el multitasking, hacer las cosas en forma secuencial y dedicada.
Un timeslot para cada actividad, programado de antemano, y después de que has completado una tarea, te "recompensas", participando en una lista de correo, en tu blog, o en twitter, eso me está funcionando muy bien, y permite combatir la procastinación.
Saludos.
Totalmente de acuerdo, como lo dijo Nicloás Luco en mi blog, este concepto de "togetherness" es interesante pero por otro lado el voyerismo, ubicuidad e inmediatez digital me abruman un poco.
Comparto contigo que hay que definir mejor el modo de interacción
Pero si el unfollow no es un crímen, precisamente porque uno puede seguir a gente de otras maneras, sin tener que ver *todos* sus updates.
Creo que con el tiempo los usuarios de Twitter hemos ido entendiendo eso. A mi no me ofende que gente no me siga, especialmente porque me leen igual.
Ahora bien, para que funcione, es fundamental tener los updates abiertos. Por eso dejé de seguir a gente que tiene su Twitter privado o protegido, es una pena, pero la responsabilidad en ese caso es de ellos, no mía, pues hay una cuestión básica de usabilidad:
Si yo converso con alguien que tiene sus updates protegidos, cientos de followers sólo podrán ver la mitad de la conversación. Mientras más gente me sigue, más responsable debo ser, a más gente le estoy creando una experiencia.
@lnds: Me gustó mucho eso de "recompensarse" cumpliendo un objetivo. Buen consejo. Gracias, Edo!
@abarros: Yep. Ya cambié al menos por hoy un par de hábitos y la cosa rápidamente mejora.
@ignace: Sí, tienes razón. Si alguien malentiende el unfollow, sorry. Y sobre los updates protegidos, 100% agree. Twitter pierde gran parte de su agilidad y usabilidad con eso. Algo había escrito al respecto en el artículo de termodinámica de la web :-)
Maz jaja yo conoci a paulo saavedra por twiter , conoci liberacion digital por twiter conoci la campaña un computador por niño por twiter lamentablemente asi conosco a las personas yo de modo contrario aun estaria acampando en parral con scout XD y no te habria conocido
saludines
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