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Lo único que pido es que al final de la lectura de este artículo, "no quemen al mensajero".
Más aún cuando el mensaje proviene directamente de Naciones Unidas, con el último ranking mundial sobre e-Government, donde Chile tiene una muy fuerte caída.
¿Qué pasó? ¿Se nos detuvo el tren de la modernización?
En este artículo presentaré los antecedentes básicos, analizaré casos específicos y proyectos emblemáticos, y realizaré una serie de propuestas concretas, para nuestro actualmente alicaído e-Government chileno.
Obras son amores, no buenas intenciones
Hace algunos días el Ministro Pérez Yoma planteó algunos conceptos e ideas globales para la Modernización del Estado. Son conceptos de modernización que flotan desde hace mucho tiempo en el ambiente, por lo cual a quienes nos ocupan estos temas, no representan ninguna novedad.
Como siempre, prefiero pecar de optimista. Del dicho al hecho sabemos que hay mucho trecho, por lo cual más que un marco político conceptual (medidas que en la teoría todos apoyan y aplauden), aquí propondré algunas medidas concretas, con iniciativas y proyectos que permitan plasmar al menos en parte, esas buenas intenciones.
Los antecedentes
El hecho objetivo es que desde un interesante y promisorio lugar 22 obtenido por nuestro país el año 2005, en el último informe de Naciones Unidas caemos a un mediocre lugar 40 el 2008, sobre un total de 192 países. Si bien algunas métricas internas pueden ser más o menos convenientes y de las cuales se pueden obtener conclusiones, al fin del día, el resultado final es lo que importa. A mi pesar, siendo parte de las notas con las cuales postulé a la Universidad, las notas de matemáticas e historia que obtuve en el Colegio, tenían el mismo peso que las notas de educación física y artes manuales. Ley pareja no es dura y a todos nos miden con la misma vara.
Además, hemos sido superados en Latinoamérica por Argentina (39), por lo cual ya no somos los "campeones latinoamericanos de e-gov" ni "figuras promisorias" del ranking mundial. Un analista bursátil recomendaría "venda".
Una mirada alternativa podría decir que los resultados no son tan malos. Mal que mal, no fuimos los que más caímos en el ranking. Si ordenamos por "descenso", hay otros países que lo han hecho peor. Países como Iraq, Uzbekistan, Jamaica y Samoa (por mencionar algunos), cayeron más que Chile en términos absolutos. Eso podría ser reconfortante. :-S
Por lo tanto, la única declaración de prensa medianamente presentable en los próximos días, es que algún vocero del Gobierno chileno diga en forma pública: "Los resultados del informe son preocupantes, pero podemos decir que por lo menos, hay otros que lo han hecho peor".
Pero si alguien dice que es sólo una medición, hay otras métricas también malas, como el informe de e-government de la Universidad de Brown (y que nos había evaluado tan positivamente hace algunos años). En el informe de Julio del 2007, caímos del lugar 35 al 85. En este caso, nuestro analista bursátil recomendaría "venda ... y rápido".
Lo que es claro es que los últimos años no lo hemos hecho bien. Esos son hechos objetivos, datos duros e indesmentibles.
A propósito, India ... ¿es un modelo a seguir?
Un caso sintomático es India. En el estudio mencionado, del lugar 87 el 2005 (en la tercera división amateur), India cayó al lugar 113 el 2008.
Muy probablemente, están más dedicados a dar servicios de offshoring al mundo, en vez de preocuparse de "mejorar la casa interna". Como Alejandro Barros comenta en su blog, la Estrategia Digital de India ... simplemente no existe. Y el desarrollo surge más que nada por iniciativa y esfuerzos privados.
Los resultados saltan a la vista: en este caso, India es un modelo que no hay que seguir.
Y lo reitero una vez más: para países en desarrollo, el offshoring genera "pobreza" en el corto plazo y "letargo del espíritu emprendedor" en el largo plazo (comentario en el mismo artículo donde respaldo esta afirmación).
Esto debe hacernos repensar ciertas políticas en Chile, especialmente cuando tenemos un alto déficit de capital humano en temas TI. Mi opinión es que en vez de "arrendar lo poco que tenemos para provocar algunas externalidades positivas", nos focalicemos en "vender capital intelectual empaquetado". La segunda opción tiene una alta rentabilidad económica, requiere menos "recursos humanos" en términos cuantitativos y genera modelos sustentables y competitivos en el largo plazo.
Que esta vez los justos no paguen por los pecadores
Volviendo a nuestra actual situación en e-government, siento mucho mi estimado amigo Alejandro, tener que escribir este artículo, siendo tú la cara pública de la Estrategia Digital. Sé objetivamente que no es tu responsabilidad y que te ha tocado heredar un barco muy mal estibado. Y que a pesar de tus ingentes esfuerzos y de tener la película muy clara, terminas "arando en el mar". No es tu responsabilidad.
Es momento de que los economistas den paso a los ingenieros, siendo el VAN y la TIR parámetros de la evaluación, pero no los únicos ni los más importantes. Y es también el momento de empezar a "pasar la boleta" a quienes políticamente tienen la responsabilidad de construir una visión y blindarla asegurando las condiciones de entorno.
Si alguien pregunta por los antecedentes que me permiten hacer estas afirmaciones tan complejas, por una u otra razón he tenido la suerte de participar desde hace más de 18 años en una pequeña parte de esta historia, involucrado por competencias profesionales desde el sector privado (y no por amiguismo), en proyectos concretos de e-Government de alto impacto. Y entre otras actividades anexas, participé en el equipo que redactó las propuestas específicas para los temas TI en el borrador de programa del actual Gobierno. Estas propuestas (producto del trabajo de más de 50 personas seleccionadas por un alto perfil técnico y profesional en temas TI), fueron borradas de un plumazo en el documento final del programa de Gobierno. ¿Qué pasó? Nadie lo sabe. Pero los resultados saltan a la vista.
Particularmente, si el tema de institucionalidad TI que tan claramente fue planteado y diseñado, hubiera sido considerado en el programa final, otro gallo nos cantaría ahora, al menos en estos temas.
No fue una decisión fácil escribir este artículo y en forma conciente me estoy metiendo en las "patas de los caballos". A pesar de lo que declaro al inicio, más de alguno terminará juntando bencina para quemar a este mensajero.
Proyectos e iniciativas concretas
Dados los antecedentes previos, paso ahora a proponer algunas iniciativas concretas.
Lo que hay que mantener y reforzar
Servicio de Impuestos Internos
Es un caso de éxito del cual deberíamos tener muchos más. La casa la tienen ordenada, es un ejemplo mundial de eficiencia y servicios de e-government, hacen un uso impecable de las herramientas tecnológicas y mejoran cada vez más los procesos de fiscalización y recaudación. Ayudan a quien se los pida, en forma eficiente y profesional. La industria los reconoce como serios y ordenados, huesos duros de roer pero confiables.
Su incursión en Kenia bajo un modelo de cooperación internacional, permitirá crear un modelo de exportación de servicios para la industria TI chilena, modelo que otros servicios públicos exitosos deberían copiar. Déjenlos tranquilos por favor, hacen bien su trabajo y generan externalidades positivas para todos.
Chilecompra
Otro ejemplo de servicio de alto impacto, con varios premios internacionales y un modelo copiado en diversas partes. Es un caso de innovación mundial para procesos de compras públicas. Después del exitoso piloto desarrollado en 1998 donde se realizó la prueba de concepto y piloto (donde arriesgadamente inventamos conceptos como las definiciones de "oferente" y "demandante"), por una serie de indefiniciones políticas y falta de liderazgo, Chilecompra anduvo a la deriva alrededor de 3 años, pero finalmente logró enmendar su rumbo.
Indudablemente, hay algunos aspectos que mejorar en términos de plataforma tecnológica y profundización del modelo transaccional. En el último tiempo han surgido situaciones de corrupción que fueron detectadas y que se encuentran en proceso de investigación, que por beneficio de todos deben ser clarificadas y tomadas las medidas de corrección.
Es urgente asegurar la continuidad operacional para la puesta en marcha de la nueva versión del sistema, y mejorar y profundizar los procesos de fiscalización de los usuarios y la transparencia de las compras públicas.
Falta asegurar una mayor fiscalización de los "usuarios" de Chilecompra (los servicios), mejorar los procesos de reclamo y fiscalizar que los entregables de las compras públicas (especialmente relacionadas con servicios) sean pertinentes a las reales necesidades y acordes al tipo y monto de la contratación.
Hay que seguir insistiendo en el uso y fomento de los convenios marcos, extendiendo la cobertura a todo tipo de contrataciones.
Una excelente iniciativa desarrollada en el último tiempo, es la liberación de las guías de recomendación para compra de productos y servicios TI por parte de los servicios públicos. Bien por ello. Debería ser un modelo para todo tipo de compras y licitaciones.
Como comentario final para Chilecompra, tal como escuché de un alto funcionario de Costa Rica el año pasado, "la luz es el mejor desinfectante", especialmente en el ámbito de las compras públicas.
Otra iniciativa que podría ser de muy alto impacto, y que surge como resultado de los avances de Chilecompra, es facilitar, promover y formalizar el uso de la información registrada de personas jurídicas y naturales en ChileProveedores, por parte de cualquier órgano público, disminuyendo el costo de transacción y mejorando la confiabilidad de los datos de operación.
CORFO
Mi posición respecto de Corfo ha ido variando en el tiempo, constatando que en varios aspectos de operación, hay algunas mejoras graduales, especialmente en los procesos de convocatoria para los últimos concursos sectoriales de fomento e innovación. La participación creciente de privados (en su calidad de expertos en consulta y como representantes sectoriales de la demanda, en los comités de pre-evaluación) es una excelente iniciativa que va en la línea correcta.
Falta mejorar la plataforma tecnológica de Corfo, tanto interna como externa, ya que parte de sus ineficiencias responden también a una infraestructura tecnológica básica.
Hay que disminuir la aversión al riesgo y desterrar de la cultura interna, la desafortunada frase "lo único que los empresarios piden es plata". Y principalmente, disminuir los tiempos de los procesos, aún cuando signifique aumentar el nivel de riesgo.
Recomiendo profundizar la cantidad de expertos sectoriales "de terreno", con ejecutivos de apoyo que tengan los zapatos manchados de barro y no formados en pulcros escritorios.
Hay una nueva generación de profesionales valiosos en Corfo, con probada y exitosa experiencia en temas de emprendimiento, innovación y creación de empresas, que ven trabadas muchas iniciativas por la cultura interna del "formulario" y por quienes aún no entienden que "lo perfecto es enemigo de lo bueno".
Si queremos que Corfo sea un motor real de emprendimiento, riesgo e innovación para Chile, Corfo debe ser el primer modelo de emprendimiento, riesgo e innovación. Tengo la remota esperanza de que algún día, los instrumentos iniciales de fomento (capital semilla y prospección) tendrán un proceso máximo de 10 minutos, basado en un "elevator pitch" frente a un Consejo de Ancianos. El sustrato existe, las voluntades deben cambiar.
El PRYME, los PMG y los Servicios Públicos
Es tiempo de que de una vez por todas, el Programa de Reforma y Modernización del Estado deje de ser un conjunto pequeño de "chicos buenos". A pesar de los esfuerzos que hacen, es reducido el impacto que pueden lograr en términos de modernización en algunos servicios.
La calidad profesional de algunos directivos y jefes de área en algunos servicios públicos deja mucho que desear, y a pesar de que los PMG son una guía metodológica de clase mundial para temas de Modernización y particularmente de Gobierno Electrónico, en la práctica los PMG se transforman en un buen negocio para ciertos consultores privados. Estos consultores en muchos casos se preocupan más de "pintar los informes" para cumplir de la mejor forma con los medios de verificación del PMG y asegurar que los directivos obtengan su bono de cumplimiento de fin de año, en vez de asegurar que los entregables sean transformaciones de modernización efectiva y que se lleven a cabo en los servicios.
Mi propuesta concreta es potenciar el PRYME como una Oficina de Proyectos, incluyendo Consultores y Gestores (internos o contratados desde el sector privado), quienes como un "equipo de boinas negras", apoyen en terreno (una suerte de "intervención amistosa"), especialmente a los servicios más débiles en la implementación y que tengan "mala nota", entregada por el único que al final importa: el Ciudadano.
Propongo también despejar de una vez por todas el permanente conflicto político entre la Dirección de Presupuesto como responsable del control de los PMG y el PRYME como organismo técnico responsable de la evaluación de los medios de verificación, situación que "intuyo" puede ser más crítica ahora, dado que el PRYME ha sido traspasado desde la SEGPRES al Ministerio de Economía.
Enlaces
En este punto soy obtuso y porfiado. Enlaces puede provocar un salto espectacular para este país. Ha hecho aportes, pero se pueden profundizar mucho más.
El concepto es "Un Computador por Niño", el que sea. Pero ahora, no en 10 años más.
Discutimos largamente como país una inversión millonaria para la renovación del avión presidencial, los aportes adicionales para un proyecto de gasto (no de inversión) como Transantiago y analizamos las irregularidades en la entrega de dineros para subvención educacional.
Pero cuando por algunos pocos millones de dólares más que esas iniciativas (caja que por lo demás tenemos), se plantea un "sueño lindo", que permita mejorar la equidad en el acceso digital para nuestros niños, estimule toda una nueva generación mediante acceso real a la tecnología y además nos posicione como un país realmente innovador en el planeta, nos enfrentamos a resistencias y temores, junto con timideces del tipo "no hay experiencia empírica mundial que muestre el impacto de la tecnología en la educación". Sin comentarios.
Insisto. Da lo mismo cuál sea la plataforma. El concepto es Un Computador por Niño. Hay muchos que lo pedimos, y por último, por simple equidad en la asignación de recursos públicos: Un computador por niño, AHORA.
Apelo en particular a quienes creyeron que sí era posible en nuestro país modificar por la vía civil una dictadura militar que nos oprimía. Apelo a la Generación del '80 porque pudimos hacerlo, a pesar de los costos y los riesgos que enfrentamos. No digo que sea un proyecto fácil, simple, barato y que nos asegure el éxito. Sólo pido voluntad real para creer en que es posible modificar en forma radical el futuro.
Y por si acaso ... no me he fumado nada ni tampoco me he vuelto hippie.
Biblioredes
Un último Programa al cual no puedo dejar de referirme es Biblioredes, con el cual además me une una particular relación personal y afectiva, por haber participado en una parte pequeña de su conceptualización y puesta en marcha.
La única pedida es que tal como al Servicio de Impuestos Internos, déjenlos tranquilos.
Ese programa funciona bien y ha transformado en muchos aspectos la cultura de la DIBAM en su conjunto y con múltiples beneficios colaterales. Biblioredes tiene una alta valoración nacional e internacional, cumple sus métricas en forma impecable y genera impacto local en todo el país, siendo un ejemplo de proyecto.
La única solicitud es que no lo sobrecarguen más. No le pidan más de lo que puede dar, y en este caso, apliquen por favor el viejo aforismo de "no desvistan un santo para vestir otro", especialmente cuando la principal métrica la cumple en forma impecable: una alta valoración de los ciudadanos por su compromiso y calidad de servicio.
Lo que hay que definitivamente mejorar
A continuación, los chicos del curso que en mi opinión no se han portado bien.
Incluyo aspectos que radicalmente deben ser mejorados, y que en mi opinión han afectado profundamente la capacidad de modernización del Estado.
Institucionalidad
Podría haber sido al revés, pero nadie es profeta en su tierra. Volviendo a la carga una vez más, copiemos a los argentinos (que partieron después pero ya lo hicieron). Necesitamos algo como este Ministerio.
No diré nada más, porque somos muchos los que ya lo hemos dicho y desde hace mucho tiempo. Y si alguien tiene "mala memoria", que revise los borradores originales del programa de Gobierno. Punto.
Consejo para la Innovación y Competitividad
Lo recordé hace unos días, por la nota de prensa que informó de un cambio en la Presidencia del Consejo.
En términos de su futuro, la Segunda Recomendación en el Anexo 3 del Volumen II del informe entregado a la Presidenta hace unos pocos días (un año después de la entrega del Volumen I, porque "es importante entender que los temas de innovación tienen un ritmo lento"), recomienda que dada la falta de una Ley que de forma autónoma al Consejo, se defina una partida presupuestaria que cree un Programa dependiente del Ministerio de Economía y que permita su continuidad en el tiempo, con una orgánica fortalecida.
Mi opinión es que dicha partida presupuestaria sea asignada al Ministerio de Educación, de modo que el Consejo se estructure sobre la base de un acuerdo colaborativo con alguna institución universitaria.
De esa forma, las conclusiones del Consejo podrán ser publicadas como papers en diversas publicaciones internacionales, mostrando el alto compromiso de Chile en aportar a la investigación y diseño de modelos conceptuales sobre temas de innovación y competitividad, mejorando nuestros índices de producción intelectual.
Esta propuesta es muy concreta y permitirá no distraer al Consejo de su proceso de reflexión con temas mundanos como industria, competencia, marca país, gestión, índices financieros, análisis de Porter, FODAs, contextos geopolíticos e indudablemente (disculpen el exabrupto intelectual), aberraciones como métricas de impacto real y accountability.
INN
Ya se ha dicho en múltiples formas. El sistema de estándares en Chile está en crisis, y es fundamental para el desarrollo futuro de nuestro país, especialmente en los aspectos tecnológicos. Hoy funciona por "buenas voluntades" y por el mejor esfuerzo que los funcionarios del Instituto de Normalización Nacional realicen, con los ínfimos recursos a los cuales pueden acceder. Y cuando las cosas no funcionan bien, se provocan crisis como la del OOXML ... y tengan por cierto que vendrán otras.
Hay que poner recursos frescos, junto con la creación de un Observatorio en temas tecnológicos financiado por el Estado. Ya lo he planteado en diversas ocasiones: entre otras decisiones, hay que corregir el profundo error que significó la fusión (o más bien absorción) del Intec por parte de Fundación Chile.
Los estándares, procedimientos de calidad y fortalecimiento de los aspectos técnicos de la industria tecnológica no se construyen "pasando el platillo de las limosnas". Necesitamos un NIST, pero chileno.
Registro Civil
Uf! En mi memoria el Registro Civil está en el centro de las polémicas desde hace por lo menos 9 años.
Múltiples licitaciones que se rehacen una y otra vez, terminando todas con una alta dosis de polémica y cuestionamientos sobre la transparencia de los procesos. Alta rotación de funcionarios y pérdida de competencias técnicas importantes, producto de razzias y conflictos de poder internos. En el último tiempo, acusaciones de corrupción y tráfico de influencias, inéditas en cuanto a su magnitud en el mercado tecnológico en Chile.
Desde hace 4 años, promesas de servicios que podrían haber puesto a Chile en la vanguardia mundial de temas biométricos y de identificación, y que habrían resuelto miles de problemas de fraude y suplantación de identidad de muchos ciudadanos, disminuyendo en gran medida los índices de delincuencia e inseguridad ciudadana.
Provedores enquistados, con altos sobreprecios para extensiones millonarias de contrato, por falta de planificación y desorden administrativo. Incapacidad de colaborar con otras instituciones públicas para la prestación de servicios. En fin. Suma y sigue.
Aquí hay que realizar cirugía mayor. Lo peor de todo es que se sabía.
Desde hace 4 años y en forma periódica se mandaron señales al más alto nivel del Gobierno y nadie hizo nada, más allá de un par de consultas generales. Cartas formales al Ministerio de Justicia y consultas en otras carteras, como la Secretaría General de Gobierno y el Ministerio de Economía. Múltiples contactos y reuniones informales y formales, declarando la molestia de diversos sectores de la economía (banca, servicios, retail), que ni siquiera se referían a problemas de probidad como los denunciados. Simplemente, reclamos por una mala gestión, reflejada incluso en el incumplimiento de algunos pilares de la Estrategia Digital I.
Y lo peor, es que no se prevé una vía fácil de salida y el tema ya empezó a perder relevancia.
Este será por mucho tiempo uno de los lunares feos en el e-government chileno, que requiere la atención al más alto nivel. Obras son amores, no buenas intenciones.
CENABAST
Esta es una piedra en el zapato muy compleja y que todos ignoran, mirando hacia el lado o chuteando para más adelante, especialmente por los costos políticos asociados a una decisión que nadie quiere tomar, pero que todos saben que es necesaria.
Y surge desde finales de los '90 con la aparición de Chilecompra, el cambio de los modelos de e-procurement y una larga y soterrada lucha política por espacios de poder y personalismos.
Pero en la práctica, tiene enormes costos financieros y de operación, y provoca pérdidas millonarias al bolsillo de todos los chilenos, por ineficiencias en los modelos de compras de insumos de salud y medicamentos en el sistema público.
Y esto no lo digo en forma antojadiza. Es la conclusión y opinión que recojo como académico, después de haber capacitado a centenas (sí, literalmente CENTENAS) de funcionarios y directivos públicos de las áreas de abastecimiento del sector salud, en todo el país y por más de 6 años, personas que en la privacidad y la reflexión propia del aula universitaria, analizan modelos formales y comparten sus experiencias del día a día laboral.
Si Cenabast no define claramente su misión y su aporte de valor en un modelo moderno de e-procurement (el modelo de negocios y de operación vigente no pasa ni siquiera la primera clase de un curso de básico de microeconomía y estrategia), es un rol que en el Estado ya no tiene razón de existir.
Su "sobrevida con respiración artificial" simplemente es una traba adicional y en algunos casos una antojadiza justificación, para un sistema de salud que requiere una urgente modernización global.
SIGFE
En mi opinión es una buena idea desde un punto de vista conceptual, con una muy mala implementación.
Indudablemente, es fundamental que las finanzas públicas tengan un ordenamiento conceptual común, claridad en términos de los procedimientos y las imputaciones, y mecanismos de control y auditabilidad claros y eficientes. De hecho, nadie sabe bien qué es, a quién reporta, quién lo dirige, cuáles son sus metas, cuál es su plan. SIGFE maneja presupuestos millonarios pero ni siquiera tiene un sitio Web "corporativo" e "informativo".
Desde su concepción inicial como un sistema monolítico (tanto desde el punto de vista de arquitectura como de implementación tecnológica), no ha considerado como criterio fundamental la colaboración con el sector privado oferente de soluciones de contabilidad gubernamental (por mucho que las presentaciones y conceptualizaciones así lo definan).
Y claro, cuando uno tiene que terminar poniendo en marcha un proyecto de esta magnitud, la colaboración con terceros no es precisamente la primera prioridad.
Con la aparición del SIGFE, sin saber muy claramente dónde y quién es el responsable institucional y del proyecto, el Ministerio de Hacienda y la Contraloría se transforman en consultores y rediseñadores de procesos, desarrolladores de software, operadores de soluciones tecnológicas y prestadores de servicios de capacitación y soporte de usuarios, incluyendo un call center (decisión bastante poco alineada con la externalización de servicios, eficiencia del Estado y especialización de capacidades que tanto exigen a otros). O sea, a Dios rogando pero con el mazo dando.
Así como va, imagino que el Ministerio de Hacienda debe estar en proceso de certificación CMMi e ITIL.
Una "potencial y tibia" apertura hace un par de años hacia un modelo SOA (pensando en fortalecer el modelo conceptual sobre la base de una apertura tanto operativa como tecnológica, permitiendo la interoperabilidad con otras soluciones y facilitando gradualmente una cobertura mayor de servicios), en el último tiempo se revirtió hacia un modelo incluso más monolítico que la versión inicial, además de un creciente lock-in tecnológico con proveedores específicos de plataformas.
No es accidental la alta migración y rotación de prestigiados profesionales por ese proyecto, y sería interesante averiguar y hacer públicas las causas de su salida.
El SIGFE precisamente va, en términos de sus resultados y su implementación (aún cuando insisto, las intenciones sean las mejores), totalmente en contra de las definiciones de un Estado moderno.
Y eso que ni siquiera he mencionado que es uno de los principales factores de conflicto del Gobierno con la industria TI chilena.
Es verdad que en el Gobierno, al igual que en muchas situaciones de la vida, el que pone la plata pone la música. Pero hay ciertos límites y estos ya se sobrepasaron en este caso.
Y claro. Es difícil auditar en forma pública y transparente un proyecto en el cual ... está involucrada la propia Contraloría.
Lo más importante
Y para terminar este articulo, lo fundamental: tener profesionales competentes, preparados, íntegros y responsables para enfrentar estos desafíos.
Cito textualmente al Director saliente del Registro Civil, en una entrevista realizada en Agosto del 2006 en el noticiario central de Teletrece, reiterando por n-ésima vez una nueva promesa pública que nunca se cumplió:
"... tanto en el Sector Público como en el Sector Privado existen profesionales capaces para hacerlo en el menor tiempo posible. Y el menor tiempo posible, en informática, siempre es una incógnita".
Como profesional, consejero de la especialidad de Computación e Informática del Colegio de Ingenieros, ciudadano y chileno, no quiero JAMAS volver a tener que escuchar una frase como esa, emitida por una autoridad de Gobierno relacionada con temas de e-Government. Es un insulto gratuito para quienes trabajamos en esta industria y que además hemos demostrado lo contrario, en diversos proyectos de e-government de impacto real y cumpliendo las promesas.
La reflexión final
He sido tremendamente irónico y duro en este artículo, es cierto. Pero la ironía es una forma de canalizar el enojo por ciertas situaciones. Y tampoco me interesa "inflamar la blogósfera" en forma gratuita, mediante la crítica fácil e irresponsable, sin propuesta y sin antecedentes (deporte que en Chile encuentra muchos aficionados en el último tiempo).
Mi ánimo es aportar con propuestas y datos concretos, más allá de declaraciones conceptuales para la galería. Y como pueden ver, es producto de una larga reflexión que finalmente he decidido compartir.
En lo personal y en el corto plazo, mi principal preocupación es ... encontrar un buen traje antiflamas. :-)
Stay tuned!
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