martes, 1 de julio de 2008

La colaboración es un buen negocio

Una innovación interesante incorporada este año en el concurso ChileEmpresario, es el Track de Negocios Inclusivos. Este track convoca planes e ideas de negocios que permitan generar nuevas oportunidades, en comunidades de personas o microempresas, de los segmentos económicos más pobres del país.

En un modelo de encadenamiento productivo (el cual también incluye a grandes empresas) el objetivo es fomentar soluciones colaborativas, que permitan que personas en la base de la pirámide social actúen como proveedores organizados o canales de distribución masivos.

En términos teóricos, se busca fomentar ecosistemas de negocios basados en el establecimiento de relaciones simbióticas entre actores de distinto tamaño. En términos más sencillos, son modelos basados en la colaboración y no en el "estrujamiento" y "explotación" de los chicos por parte de los grandes (situación lamentablemente muy común en Latinoamérica y especialmente en Chile).

Ya había contado algo en mi artículo anterior sobre el lanzamiento de ChileEmpresario. Y uno de sus momentos más interesantes, fue el panel liderado por mi amigo Héctor Sepúlveda de OMB (Open Mind Business), el principal espacio de conversación y registro audiovisual sobre emprendimiento en Chile.

En dicho panel, participaron:

  • Guillermo Scalan de Fundación Avina (contando la importante labor que esa Fundación ha desarrollado en Latinoamérica en su rol de filántropos)
  • Juan Carlos Thomas de Technoserve (una ONG estadounidense de larga trayectoria en países en vías de desarrollo, relacionada con proyectos BID y otros fondos de desarrollo empresarial)
  • Alex Ramos, Gerente de Desarrollo Sustentable de Gerdau AZA (la gran recicladora de acero, empresa de alta rentabilidad y que combina una relación muy estrecha con la comunidad, con prácticas de negocios muy innovadoras)
Muy interesante el panel, respaldado por la experiencia y franqueza de los panelistas, presentando ejemplos concretos de proyectos de alto impacto (además de la amena conducción de Héctor, quien tiene un talento muy particular como anfitrión).

Para mí fue interesante conocer en profundidad la experiencia de Gerdau AZA, que ha establecido relaciones estrechas y ayudado a formalizar el mundo de los "cartoneros" y "recolectores", anónimos personajes que muchas veces vemos escarbando entre la basura de nuestras ciudades. Gerdau AZA los ve y los entiende como sus proveedores principales, piezas fundamentales de su modelo de negocios, en un esquema Win-win.

Una frase que escuché a Alex y que me pareció un excelente ejemplo a seguir: "Nos interesa que hoy el recolector tenga un mejor triciclo, y mejor aún, que pueda trabajar con una camioneta. O incluso, que sea un pequeño empresario con un centro de acopio de chatarra. Pero ese proceso es largo. Y estamos comprometidos con ello".

Pero cuidado. Al fin del día, estamos hablando de empresas, y el objetivo principal de las empresas (como expliqué en mi charla) es muy simple: ganar dinero.

Indudablemente, todos ellos son muy buenas personas y tienen un legítimo interés en ayudar a la sociedad (y por cierto que lo hacen). Pero lo interesante es que demuestran en la práctica, que los modelos colaborativos son a la larga un "buen negocio".

Las experiencias colaborativas que hemos aprendido en Internet y particularmente en la Web 2.0, son prácticas que pueden en forma natural ser incorporadas al "mundo real". Y por ello, nada mejor que compatibilizar el hacer un "buen negocio" con "ayudar al desarrollo y mejorar las condiciones económicas de las personas". Es una combinación ideal.

Frente a preguntas muy duras de la audiencia, las respuestas fueron muy claras (y por eso agradezco la franqueza de los panelistas): Sí, los modelos de negocios colaborativos son un negocio al fin del día. Y la Responsabilidad Social Empresarial, surge no porque ahora las Corporaciones hayan decidido "ser buenas de un día para otro". La Responsabilidad Social Empresarial surge porque "es un buen negocio en sí" (!?).

Frente a las caras de extrañeza de la audiencia y la reiteración de la pregunta (básicamente porque en una primera aproximación, la RSE atenta contra el objetivo de rentabilidad), tuve la oportunidad de intervenir.

Mi comentario fue:

"Efectivamente, la RSE afecta el objetivo de rentabilidad, que es el objetivo de corto plazo y la forma tradicional en que muchos empresarios latinoamericanos enfrentan el negocio.

Pero en un contexto que se amplía, tanto por cobertura geográfica (globalización) como por horizonte temporal (mediano y largo plazo), el objetivo de "rentabilidad" es sobrepasado por un principio de "sustentabilidad". La "sustentabilidad" supone establecer relaciones sanas y maduras con el entorno de una organización, durante un largo período de tiempo, con bajadas concretas a acciones medibles y de alto impacto en dimensiones sociales, ambientales y laborales".

Dado lo anterior, es válido entonces plantear un negocio que no alcance el óptimo de rentabilidad de corto plazo, a cambio de establecer otros parámetros que le aseguren viabilidad en el largo plazo.

En una economía cada vez más concentrada como la que hoy tenemos en Chile, experiencias como éstas son importantes, porque como país la sustentabilidad de largo plazo dependerá precisamente de que seamos capaces de crear ecosistemas de negocios. Los clusters se basan en la colaboración.

E industrias que tradicionalmente se caracterizaban por estrujar a sus proveedores (como el retail) gradualmente han ido modificando algunas de sus prácticas. Por lo menos, es un inicio.

Por ello, la labor de ONGs como la Fundación Avina y Technoserve es importante. Además de actuar como catalizadores, pueden actuar como terceras partes confiables para el establecimiento de estos nuevos modelos de relación, incorporando además experiencia internacional para estas nuevas formas de negocio en nuestro medio.

En la práctica, la Responsabilidad Social Empresarial en un contexto ampliado, es lo mismo que nos ocurre a las personas como individuos.

Ser ético, correcto y justo en los negocios (y en la vida) en el corto plazo y en forma esporádica puede ser dañino (por ejemplo, por ser confiados, corremos el riesgo de ser estafados o traicionados).

Pero en el largo plazo, esa actitud de vida "renta" mucho más (o sea, obtenemos mayores beneficios), porque además de que muchos querrán nuevamente hacer negocios con nosotros en el futuro, seremos valorados, respetados y podremos siempre mirar de frente. Y eso, al fin del día ... no tiene precio. :-)

Por lo tanto, el ser bueno y colaborativo no sólo hace bien al espíritu y nos hace ser mejores personas. Al fin del día, también es un buen negocio.

Stay Tuned!

4 comentarios:

Anónimo,  12:04 a.m., julio 02, 2008  

Gracias por la mención, Marco. El tema de los negocios inclusivos me cautivó como posible solución a temas sociales dentro del negocio. Veremos si le seguimos la pista al tema dentro de OMB a futuro.
saludos,
HECTOR SEPULVEDA

jrovegno 12:27 a.m., julio 04, 2008  

El modelo de colaboración en un libre mercado es afín con los bienes donde gobierna la lógica de la abundancia sustentable como por ejemplo: el conocimiento, los recursos naturales, la ciencia, la tecnología, las ideas, oportunidades, etc.

Para mi su implementación significa un gran desafío social y cultural, pero su éxito creo que sería un gran aporte al desarrollo humano.

jrovegno 4:09 a.m., julio 04, 2008  

Estuve bastante rato dandole vueltas al tema y actualicé mi definición de la cooperación en un libre mercado:
http://ideaschile.wordpress.com/2006/12/31/modelo-de-cooperacion-perfecta/

Saludos

Anónimo,  6:49 p.m., mayo 21, 2010  

Oye: el Alex Ramos ya no trabaja en Gerdau aza. Por siaca

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